«Bon Anniversaire» con motivo del
300 aniversario del nacimiento de Federico II de Prusia
en el Palais Lichtenau, Potsdam, enero de 2012
El parecido fisonómico con Federico II en el cuadro de Adolph von Menzel «Concierto de flauta en Sanssouci» predestinó a Otto Gebühr para este papel en 16 largometrajes y numerosas apariciones escénicas. El «culto a Gebühr» era problemático en aquella época: el retrato se creó después de la epopeya de resistencia «El Gran Rey» sobre la Guerra de los Siete Años, con batallas según el lema victoria o caída. Por otro lado, Federico se veía a sí mismo como un filósofo de la Ilustración y el primer servidor de su Estado. Se crearon cinco versiones de retratos a partir del conjunto de 13 plantillas, recogiendo estas facetas.
Ruth Martius comentó las pinturas en el discurso inaugural de la siguiente manera:
Con sus elaboradas plantillas, la artista pone capa sobre capa, deconstruyendo con sus obras no sólo edificios, puertas o monumentos reales, sino también el pathos que les acompaña o las formas de lectura tradicionales. Al hacerlo, parece abrir una visión de la historia, de la arquitectura y también del lenguaje sociopolítico que en ellas se refleja. Pero es una visión en sus propios términos: Porque la sensibilidad, precisión y enorme conocimiento de Theek, que se amplía con cada proyecto gracias a su minuciosa investigación, crea una nueva visión de realidades que de otro modo permanecerían ocultas bajo capas de lo supuestamente evidente. Sus obras podrían ser un espejo de la vida de Federico II. Por un lado, estéticas, atractivas, analíticas; por otro, duras, a veces casi brutales. Cada obra conecta la historia con el presente en varios niveles. Como si fueran anclas con las que el pasado se trae artísticamente al presente para mirarlo de nuevo.